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La marca en la empresa familiar. Familia – Marca – Cliente

La marca en la empresa familiar se convierte en única si cuenta su historia.

 

¿Reconocer el valor de la historia familiar beneficia o perjudica al posicionamiento de la marca en la mente del cliente?

 

¡No lo dudemos, siempre beneficia!

 

Durante muchos años y en determinados sectores, se ha tenido la certeza que vincular la marca con el concepto de familia y mucho más con la historia familiar, era algo que penalizaba. Primeras generaciones fundadoras de la empresa creían que los clientes, posibles accionistas, bancos y población en general considerarían a la empresa «menos profesional» si se explicitaba el concepto FAMILIA. La marca de la empresa familiar, ha estado desvinculada en muchas ocasiones a la familia y a su historia.

Nada más lejos de la realidad. En general, el término familiar tiene connotaciones positivas para las personas. Crea un vínculo emocional entre la empresa y los clientes, empleados y refuerza los lazos entre los miembros de la familia.

 

¿Porqué la historia de la marca de la empresa familiar tiene tanto poder?

 

Empecemos por el principio. Las empresas familiares tienen unos valores asociados que marcan la diferencia con el resto de las compañías. Valores que cautivan y aportan credibilidad a todas las personas que están en contacto con ellas. Hablamos de valores como la resistencia, la capacidad de adaptación al cambio, la humildad, cercanía, longevidad y estabilidad. Esto en lo que genera un fuerte sentido de confianza en los consumidores y clientes.

 

La marca de la empresa familiar

 

A pesar de saberlo y estar más que demostrado, sólo un tercio de las empresas familiares comunican su historia, los orígenes y toda la travesía hasta llegar a lo que son ahora. En numerosas ocasiones, empresas de éxito que compiten en mercados nacionales e internacionales son grandes corporaciones multinacionales.

 

Las historias nos acercan a las personas. Cuantas veces hemos escuchado la frase de «me siento como un número» o «aquí me tratan como una persona». Muchas ¿verdad? es la razón por la que la historia personal tiene tanto sentido. Mediante la historia de la marca en la empresa familiar se logra conexión, acercamiento y poder de convicción. Claro está que dicha historia debe ser contada de manera especial para lograr llamar la atención del cliente y que éste, no sólo la recuerde, sino que sea capaz de contarla también. La historia real de la familia, de la marca es la base del posicionamiento de la marca en la mente del cliente. Lo que recuerdan, lo que se transmite y lo que se recibe es el valor que tiene la marca en el cliente.

 

 

¿Hasta que punto es importante el apellido para reforzar el vínculo empresa familiar – marca – historia – cliente?

 

Para una empresa familiar, no es inusual poner el apellido de los fundadores como nombre o parte del nombre de la marca. Iniciales, nombres compuestos, etc. Tal y como leímos en una ocasión en Forbes, un estudio plasmó que este tipo de epónimo (utilizar el apellido del propietario o de los propietarios en la marca de la empresa) no solo tiene un impacto positivo en las ventas, sino también en el rendimiento de la empresa.

 

Pros para darle a la empresa y a la marca el apellido de la familia.

  1. Orgullo de pertenencia a la familia.
  2. El fundador crea la empresa para pasar el legado a futuras generaciones.
  3. Mayor confianza por parte del cliente si la marca va asociada a la familia.
  4. Los valores de la familia están implícitos en la marca.
  5. El apellido refuerza la historia, la experiencia y aporta credibilidad
  6. Las personas atraen y unen a las personas
  7. Se despierta un sentimiento familiar en el cliente. Pertenencia a la familia propietaria de la marca.

 

«En nuestro país, un claro ejemplo de empresa familiar con orgullo de pertenencia al apellido y a sus orígenes son las bodegas. Éstas, la mayoría de propiedad familiar, usan el apellido de la familia con orgullo para representar la herencia y la experiencia». 

 

 

Como conclusión, recordar que la mayoría de las empresas intentan posicionarse como únicas y diferentes a lo que ofrece la competencia, pero a vistas del cliente o consumidor, los productos y los servicios mayoritariamente son semejantes. Lo único que nos posiciona como diferentes es nuestra historia y los valores con los que trabajamos y vivimos día a día.

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